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Este aparato está marcado de acuerdo con la Directiva Europea 2012/19/UE sobre aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Los RAEE contienen tanto sustancias contaminantes (que pueden tener consecuencias negativas para el medio ambiente) como componentes básicos (que pueden reutilizarse).
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Es importante que los RAEE se sometan a un tratamiento específico para eliminar y desechar adecuadamente todos los contaminantes y recuperar todos los materiales. Los particulares pueden desempeñar un papel importante para que los RAEE no se conviertan en un problema medioambiental; es fundamental seguir algunas normas básicas:
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Los RAEE no deben tratarse como residuos domésticos;
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Los RAEE deben llevarse a los puntos de recogida adecuados gestionados por el Ayuntamiento o por empresas autorizadas.
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En muchos países, la recogida doméstica puede estar disponible para los RAEE de gran tamaño. Cuando se adquiere un nuevo aparato, el antiguo puede devolverse al distribuidor, que debe adquirirlo gratuitamente, siempre que el aparato sea de tipo equivalente y tenga las mismas funciones que el adquirido